¡QUE CONSTE, … SON REFLEXIONES!
“El miedo puede hacer que escapemos o que nos liberemos. Se trata de derrotar o ser derrotado. Una vez que te metes en la madriguera del miedo, no parece haber manera de volver a salir alguna vez de allí. Hasta que descubres que el miedo empezó a existir por tus propios pensamientos y que no sobrevive fuera de ellos. Para alcanzar el éxito, conoce tus miedos. Para alcanzar el éxito de verdad, libérate de tus miedos”.
Stuart Avery Gold.
Es un problema cuando hablamos distintos lenguajes que no se entienden ni a sañas. Anteriormente el control de las instituciones y de todo lo que se movía sobre ellas por parte del presidente de la República era tan poderoso que nada sucedía sin que se supiera o bien se declaraba sin que se aprobara por parte del que “mandaba” o mejor dicho, “reinaba como cualquier dictador o como cualquier monarca”. Hoy, después de la caída del PRI y del desastre de dos sexenios del panismo que no sabe, ni puede, ni quiere gobernar, los caciques ha sustituido la fuerza de aquel presidencialismo y lo han fraccionado de tal suerte que ahor, los gobernadores son caciques locales y señores feudales de horca y de cuchillo y por esa razón, lo que ordene el presidente o quiera impulsar supuestamente para el bien de los mexicanos, no se acepta o si bien se escucha no se obedece y de tal forma es esto que una situación tan simple como es la declaración del presidente de que se deje a un lado EL CATASTROFISMO en el análisis de la realidad y de las posibles soluciones de la crisis que vivimos con intensidad y dramatismo ante la desocupación, la falta de controles financieros, por la caída en la producción y la dependencia de todo, hasta de lo que consumimos de Estados Unidos, es negada y refutada con dos simples palabras por parte del hombre más rico del mundo y que vive y mantiene sus negocios en México y en donde se han logrado tales fortunas, declara: “No quiero ser catastrofista pero hay que preparase para prever y no estar viendo las consecuencias después, es importante definir un modelo que permita al país salir de la crisis de manera más fuerte vía capital humano, físico, fundamentalmente empeñados en tomar medidas que cuiden el empleo y el ingreso familiar…”.
“No cabe duda que el Producto Interno Bruto de México se va a desplomar, no sabemos cuánto dure pero va hacer muy fuerte el efecto… pero hay que cuidar el empleo y la masa salarial… NO HAY PAÍSES FUERTES SIN EMPRESAS FUERTES, YA QUE SI NO LAS NACIONES SE VUELVEN NEOCOLONIAS”…
Y si somos realistas, vemos que lo que se consideraban las empresas mexicanas, desde hace un buen tiempo, han sido vendidas a los extranjeros y hasta los bancos, empresas cien por ciento rentables aún en las crisis violentas, ya no son mexicanos ni están en manos de empresarios, comerciantes o financieros mexicanos. Lo que tenemos son especuladores como los que han amasado las grandes fortunas gracias al apoyo recibido por el grupo del poder, desde los tiempos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo que con el pretexto de la modernidad y del neoliberalismo, lograron vender las empresas más rentables de los mexicanos, para darlas a los grandes inversionistas protegidos por ellos que lograron venderlas a su vez con una gran ganancia que les ha permitido alcanzar las fortunas de los hombres más ricos del mundo.
As,í cuando sirven a los mismos intereses y solamente tienen diferencias en algunas cosas menores, los empresarios ricos no tienen la misma visión que sostiene el presidente, cuando menos en las declaraciones y por ello vemos cómo de inmediato, sin venir al caso, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón declara que hay que dejar a un lado “los argumentos electorales o visiones catastrofistas, para que todos los sectores productivos asuman su responsabilidad para sacar adelante las reformas… también el sector privado y sobre todo tratándose del empresario más rico del mundo –Carlos Slim_ que vive entre nosotros, que tenga una aportación muchísimo más sensata, muchísima más responsable, más directa hacia lo que son los derechos del consumidor, el poder adquisitivo de los mexicanos”… Y como siempre que se pelean las comadres salen las verdades a relucir, pues ahora podemos entender que en verdad las propias autoridades que supuestamente deben controlar las ambiciones y la voracidad de los empresarios en el cobro por servicios o por la venta de productos, le hace al Tío Lolo, y con todo el cinismo y pendejismo reclaman por las declaraciones y no hacen nada ante la voracidad de los banqueros, los comerciantes, los empresarios, los financieros y de todos los que suben y suben los precios en bienes y serviciosn aún los gobiernos cuando aumentann sin ninguna consideraciónn los impuestos y los gastan a su antojo.
Si decir lo que en realidad sucede es entrar al campo de los catastrofistas y los “enemigos del presidente y de México”n tal vezn lo adecuado para los funcionarios que no saben gobernar, no quieren y no pueden hacerlon lo mejor sería el promover una ley mordaza para todos los mexicanosn porque solamente el silencio daría la impresión de que las cosas no son como son sino como quieren los gobernantes. En el presidencialismo, si el cacique imperial declaraba que era de noche cuando era de día, los burócratas, los lambiscones, los políticos, los policías, los empresarios y los maestros declaraban que no había voz más sabia y verdadera que la del Tlatoani en turno y si luchamos por la democracia para que nos callen y no nos dejen opinar bajo pena de que seremos proscritos y amenazados en nuestros bienes y vidas, pues mejor estábamos como estábamos con los priístas, cuando menos, con ellos, le podríamos mentar la madre al presidente,,,, pero de los Estados Unidos y ahora, ni eso.
La globalización nos ha mostrado como se encuentra la Diana Cazadora en la capital del país: “Nadie sabe a qué le tira y tiene las pompas para el Norte.”
Quiera o no aceptarlo el presidente, las únicas empresas rentables en el país son las refresqueras y tal vez por esa razón Fox hace como que declara, piensa como que piensa, dice las tonterías que quiere y su vocero, Manuel Espino, con declaraciones fuertes, contrarias al presidente y su política, le muestran quién o cuáles son los que en verdad mandan en el país. Con esto, el presidente, debería observar que nadie le hace caso, ni los ricos por decencia y atención, ahora, cada cual dice lo que quiere y lo que piensa porque es la forma de demostrar que no se es un peón de la política actual y si al presidente le preocupa la crisis porque le afecta en lo electoral y no hay forma de mostrarlo como “el presidente del empleo y de la seguridad”, porque ni hay seguridad ni hay empleo, no vemos la razón por la que tengamos que aceptar sea el presidente de los mudos y de los silenciosos, porque si algo debemos defender los mexicanos es nuestro derecho a sostener la libertad de expresión y de reclamos, aunque nos rompan el hocico
Tal vez, por esa razón el Secretario del Trabajo, Javier lozano Alarcón, ahora, trata de mostrar los pantalones que no tienen los demás funcionarios ante un hombre tan poderosos que con una simple declaración de que se iría del país, porque le amenazan o porque no tiene confianza en la conducción política, económica y social del presidente, motivaría a que salieran miles de millones de dólares de los cobardes a los que solamente les hace falta esto para dejar al país en una gran crisis. Declarar lo que declaró Carlos Slim, no le hace mal a nadie y simplemente llama a que reflexionen y no sigan diciendo tonterías que nadie cree. Si realmente quisiera hacer daño, sacaría su dinero y declararía que no tiene confianza, porque no es catastrofista….
“El miedo puede hacer que escapemos o que nos liberemos. Se trata de derrotar o ser derrotado. Una vez que te metes en la madriguera del miedo, no parece haber manera de volver a salir alguna vez de allí. Hasta que descubres que el miedo empezó a existir por tus propios pensamientos y que no sobrevive fuera de ellos. Para alcanzar el éxito, conoce tus miedos. Para alcanzar el éxito de verdad, libérate de tus miedos”.
Stuart Avery Gold.
Es un problema cuando hablamos distintos lenguajes que no se entienden ni a sañas. Anteriormente el control de las instituciones y de todo lo que se movía sobre ellas por parte del presidente de la República era tan poderoso que nada sucedía sin que se supiera o bien se declaraba sin que se aprobara por parte del que “mandaba” o mejor dicho, “reinaba como cualquier dictador o como cualquier monarca”. Hoy, después de la caída del PRI y del desastre de dos sexenios del panismo que no sabe, ni puede, ni quiere gobernar, los caciques ha sustituido la fuerza de aquel presidencialismo y lo han fraccionado de tal suerte que ahor, los gobernadores son caciques locales y señores feudales de horca y de cuchillo y por esa razón, lo que ordene el presidente o quiera impulsar supuestamente para el bien de los mexicanos, no se acepta o si bien se escucha no se obedece y de tal forma es esto que una situación tan simple como es la declaración del presidente de que se deje a un lado EL CATASTROFISMO en el análisis de la realidad y de las posibles soluciones de la crisis que vivimos con intensidad y dramatismo ante la desocupación, la falta de controles financieros, por la caída en la producción y la dependencia de todo, hasta de lo que consumimos de Estados Unidos, es negada y refutada con dos simples palabras por parte del hombre más rico del mundo y que vive y mantiene sus negocios en México y en donde se han logrado tales fortunas, declara: “No quiero ser catastrofista pero hay que preparase para prever y no estar viendo las consecuencias después, es importante definir un modelo que permita al país salir de la crisis de manera más fuerte vía capital humano, físico, fundamentalmente empeñados en tomar medidas que cuiden el empleo y el ingreso familiar…”.
“No cabe duda que el Producto Interno Bruto de México se va a desplomar, no sabemos cuánto dure pero va hacer muy fuerte el efecto… pero hay que cuidar el empleo y la masa salarial… NO HAY PAÍSES FUERTES SIN EMPRESAS FUERTES, YA QUE SI NO LAS NACIONES SE VUELVEN NEOCOLONIAS”…
Y si somos realistas, vemos que lo que se consideraban las empresas mexicanas, desde hace un buen tiempo, han sido vendidas a los extranjeros y hasta los bancos, empresas cien por ciento rentables aún en las crisis violentas, ya no son mexicanos ni están en manos de empresarios, comerciantes o financieros mexicanos. Lo que tenemos son especuladores como los que han amasado las grandes fortunas gracias al apoyo recibido por el grupo del poder, desde los tiempos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo que con el pretexto de la modernidad y del neoliberalismo, lograron vender las empresas más rentables de los mexicanos, para darlas a los grandes inversionistas protegidos por ellos que lograron venderlas a su vez con una gran ganancia que les ha permitido alcanzar las fortunas de los hombres más ricos del mundo.
As,í cuando sirven a los mismos intereses y solamente tienen diferencias en algunas cosas menores, los empresarios ricos no tienen la misma visión que sostiene el presidente, cuando menos en las declaraciones y por ello vemos cómo de inmediato, sin venir al caso, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón declara que hay que dejar a un lado “los argumentos electorales o visiones catastrofistas, para que todos los sectores productivos asuman su responsabilidad para sacar adelante las reformas… también el sector privado y sobre todo tratándose del empresario más rico del mundo –Carlos Slim_ que vive entre nosotros, que tenga una aportación muchísimo más sensata, muchísima más responsable, más directa hacia lo que son los derechos del consumidor, el poder adquisitivo de los mexicanos”… Y como siempre que se pelean las comadres salen las verdades a relucir, pues ahora podemos entender que en verdad las propias autoridades que supuestamente deben controlar las ambiciones y la voracidad de los empresarios en el cobro por servicios o por la venta de productos, le hace al Tío Lolo, y con todo el cinismo y pendejismo reclaman por las declaraciones y no hacen nada ante la voracidad de los banqueros, los comerciantes, los empresarios, los financieros y de todos los que suben y suben los precios en bienes y serviciosn aún los gobiernos cuando aumentann sin ninguna consideraciónn los impuestos y los gastan a su antojo.
Si decir lo que en realidad sucede es entrar al campo de los catastrofistas y los “enemigos del presidente y de México”n tal vezn lo adecuado para los funcionarios que no saben gobernar, no quieren y no pueden hacerlon lo mejor sería el promover una ley mordaza para todos los mexicanosn porque solamente el silencio daría la impresión de que las cosas no son como son sino como quieren los gobernantes. En el presidencialismo, si el cacique imperial declaraba que era de noche cuando era de día, los burócratas, los lambiscones, los políticos, los policías, los empresarios y los maestros declaraban que no había voz más sabia y verdadera que la del Tlatoani en turno y si luchamos por la democracia para que nos callen y no nos dejen opinar bajo pena de que seremos proscritos y amenazados en nuestros bienes y vidas, pues mejor estábamos como estábamos con los priístas, cuando menos, con ellos, le podríamos mentar la madre al presidente,,,, pero de los Estados Unidos y ahora, ni eso.
La globalización nos ha mostrado como se encuentra la Diana Cazadora en la capital del país: “Nadie sabe a qué le tira y tiene las pompas para el Norte.”
Quiera o no aceptarlo el presidente, las únicas empresas rentables en el país son las refresqueras y tal vez por esa razón Fox hace como que declara, piensa como que piensa, dice las tonterías que quiere y su vocero, Manuel Espino, con declaraciones fuertes, contrarias al presidente y su política, le muestran quién o cuáles son los que en verdad mandan en el país. Con esto, el presidente, debería observar que nadie le hace caso, ni los ricos por decencia y atención, ahora, cada cual dice lo que quiere y lo que piensa porque es la forma de demostrar que no se es un peón de la política actual y si al presidente le preocupa la crisis porque le afecta en lo electoral y no hay forma de mostrarlo como “el presidente del empleo y de la seguridad”, porque ni hay seguridad ni hay empleo, no vemos la razón por la que tengamos que aceptar sea el presidente de los mudos y de los silenciosos, porque si algo debemos defender los mexicanos es nuestro derecho a sostener la libertad de expresión y de reclamos, aunque nos rompan el hocico
Tal vez, por esa razón el Secretario del Trabajo, Javier lozano Alarcón, ahora, trata de mostrar los pantalones que no tienen los demás funcionarios ante un hombre tan poderosos que con una simple declaración de que se iría del país, porque le amenazan o porque no tiene confianza en la conducción política, económica y social del presidente, motivaría a que salieran miles de millones de dólares de los cobardes a los que solamente les hace falta esto para dejar al país en una gran crisis. Declarar lo que declaró Carlos Slim, no le hace mal a nadie y simplemente llama a que reflexionen y no sigan diciendo tonterías que nadie cree. Si realmente quisiera hacer daño, sacaría su dinero y declararía que no tiene confianza, porque no es catastrofista….
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